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Este ejercicio de reflexión que se propuso en el curso es muy importante porque cada persona en diversos contextos de su vida cotidiana, no solo en el educativo, ha tenido experiencias evaluativas agradables y no tan buenas. Rescatar lo que cada quien reflexionó sobre este ejercicio, es necesario. Tomando en consideración que hay miles de encuentros cotidianos con la evaluación, esto quiere decir que nuestro aprendizaje constantemente se encuentra evaluado por otros y autoevaluado.
En los espacios educativos dicha evaluación, sin duda alguna, es para mejorar principalmente en los aspectos formativos. De nada sirven excelentes calificaciones si la persona no se forma holísticamente.
El ejercicio si se retoma en este momento puede ayudarme y detenerme en el aspecto evaluativo de los cursos que imparto, tomar una posición diferente sobre la evaluación del aprendizaje en general; también incorporar en el ámbito de la enseñanza presencial propuestas para que el estudiantado realice, de manera virtual algunos ejercicio y dar un valor cuantitativo y cualitativo, a la introducción de pequeños cambios en la educación presencial con el apoyo de mediaciones pedagógicas en las cuales se utilice la tecnología.
En los espacios educativos dicha evaluación, sin duda alguna, es para mejorar principalmente en los aspectos formativos. De nada sirven excelentes calificaciones si la persona no se forma holísticamente.
El ejercicio si se retoma en este momento puede ayudarme y detenerme en el aspecto evaluativo de los cursos que imparto, tomar una posición diferente sobre la evaluación del aprendizaje en general; también incorporar en el ámbito de la enseñanza presencial propuestas para que el estudiantado realice, de manera virtual algunos ejercicio y dar un valor cuantitativo y cualitativo, a la introducción de pequeños cambios en la educación presencial con el apoyo de mediaciones pedagógicas en las cuales se utilice la tecnología.
La mejor experiencia
de evaluación en un contexto educativo no formal.
Mi mayor experiencia evaluativa es en los procesos de capacitación de los cursos de los 200 días, donde cada personas expresa que la capacitación que reciben abre un espacio para la reflexión, para poner en práctica el conocimiento que se va a adquiriendo según el avance del curso, compartir la experiencia de cada quien, lo que a su vez se convierte en un aprendizaje y al final la evaluación, tanto del docente como del curso y de los estudiantes por medio del trabajo cotidiano y la elaboración de un proyecto conjunto. Este tipo de evaluación me ha llenado de gran satisfacción.
2. La peor experiencia de evaluación en algún contexto educativo
Es frustrante que un profesor universitario sea tan subjetivo en una evaluación de un examen, donde dicho instrumento son 5 preguntas de desarrollo, con gran cantidad de material para leer, y cuando se entrega el examen lamentablemente el esfuerzo fue en vano, una mala calificación, ante un examen de este tipo.
En ese caso se realizó la comparación con otros exámenes de compañeros y las ideas redactadas de distintas maneras resultaban muy parecidas, la gran diferencia era la nota. Nunca se me va a olvidar la frase del profesor en ese curso “No hay estudiantes de 10”. La crónica de la muerte anunciada para mí. El curso lo perdería. Tuve la oportunidad de hacer examen de ampliación y ahí obtuve una nota de 98.3, no era un 10, evidentemente.
Bueno, ese mismo profesor en otro curso me asignó un 10. Si hay estudiantes excelentes y mejores que el profesor, eso hay que potenciarlo y la evaluación a veces no deja mostrar las competencias que tiene un estudiante o el mismo profesor.
3. De qué forma esos episodios le marcaron como estudiante y cuál fue su impacto en su relación con el aprendizaje?
Esa experiencia me ha marcado porque siempre he creído en que cada estudiante es bueno pero hay que buscar cuál es la forma pedagógica que mejor se adapte al grupo y curso y sus temáticas. Los estudiantes imploran por lecciones menos magistrales, pero aun siguen permeados del modelo positivista de educación y la evaluación sumativa.
4. Explique brevemente ¿qué tipo de evaluación aplica generalmente en su aula?
Esto es algo contradictorio, en las universidades apuntan al cambio en el modelo de educación, pero seguimos tímidos y conservadores ante el cambio que está en las puertas. Muchos docentes siguen con fotocopias, pizarra y libros. Esto no quiere decir que sea malo, hay lugares que por el contexto esto debe de seguir funcionando. Pero la paradoja se encuentra en que al final los procesos de cambio deben transformarse para que el estudiante también entienda que es fundamental el aprendizaje en el aula para que cuando salga a desempeñarse como profesional esté formado de la mejor manera. La universidad, o cualquier contexto educativo, brinda herramientas pero no lo es todo. Ante esto, la evaluación sigue siendo sumativa. En el grupo de docentes donde estoy trabajando hemos tratado de aplicar el “aprender haciendo” y de forma conjunta con los estudiantes de manera que la vinculación con la práctica “en vivo” o con una realidad social los ayude a ese aprendizaje que al final se evalúa en su conjunto (teoría-práctica).
5. Indague con sus estudiantes sobre lo que ellos piensan de la evaluación que usted aplica en el aula, sea presencial o virtual.
En este momento no puedo realizar esta consulta porque no cuento con estudiantes, se encuentran de vacaciones y como cambia el curso y los estudiantes no tengo acceso aun a ellos.
Pero puedo indicar que los estudiantes opinan por medio de un instrumento que les envían por correo electrónico a cada uno el Centro de Evaluación Académica (CEA) de la Universidad y esa evaluación es la que asumen los directores de las unidades académicas, pero hasta ahora no tengo idea qué hace el director o la instancia encargada (CEA) para que un docente mejore sus prácticas pedagógicas cuando imparte sus lecciones. Esto sin duda alguna sería el objetivo de una evaluación de este tipo.
6. Realice en el foro los comentarios sobre la percepción que tienen sus estudiantes, de la evaluación que desarrolla en el aula.
Esta pregunta aun queda pendiente. Sin duda alguna es una pregunta para finalizar el semestre, para que los estudiantes den la respuesta.
Este ejercicio se resume con la posibilidad de compartir la experiencia de evaluación de otra compañera del curso. En la siguiente dirección puede encontrar la mala experiencia de evaluación de Alejandra Montero cuando estaba en el colegio.
Estas respuestas las realizo con el sustento fundamentalmente de la lectura:
Lafi. P. (2009). La paradoja de la evaluación educativa: evaluar para aprobar vs. evaluar para aprender. http://miguelricci2008.blogspot.com/2009/03/la-paradoja-de-laevaluacion-educativa.html
Mi mayor experiencia evaluativa es en los procesos de capacitación de los cursos de los 200 días, donde cada personas expresa que la capacitación que reciben abre un espacio para la reflexión, para poner en práctica el conocimiento que se va a adquiriendo según el avance del curso, compartir la experiencia de cada quien, lo que a su vez se convierte en un aprendizaje y al final la evaluación, tanto del docente como del curso y de los estudiantes por medio del trabajo cotidiano y la elaboración de un proyecto conjunto. Este tipo de evaluación me ha llenado de gran satisfacción.
2. La peor experiencia de evaluación en algún contexto educativo
Es frustrante que un profesor universitario sea tan subjetivo en una evaluación de un examen, donde dicho instrumento son 5 preguntas de desarrollo, con gran cantidad de material para leer, y cuando se entrega el examen lamentablemente el esfuerzo fue en vano, una mala calificación, ante un examen de este tipo.
En ese caso se realizó la comparación con otros exámenes de compañeros y las ideas redactadas de distintas maneras resultaban muy parecidas, la gran diferencia era la nota. Nunca se me va a olvidar la frase del profesor en ese curso “No hay estudiantes de 10”. La crónica de la muerte anunciada para mí. El curso lo perdería. Tuve la oportunidad de hacer examen de ampliación y ahí obtuve una nota de 98.3, no era un 10, evidentemente.
Bueno, ese mismo profesor en otro curso me asignó un 10. Si hay estudiantes excelentes y mejores que el profesor, eso hay que potenciarlo y la evaluación a veces no deja mostrar las competencias que tiene un estudiante o el mismo profesor.
3. De qué forma esos episodios le marcaron como estudiante y cuál fue su impacto en su relación con el aprendizaje?
Esa experiencia me ha marcado porque siempre he creído en que cada estudiante es bueno pero hay que buscar cuál es la forma pedagógica que mejor se adapte al grupo y curso y sus temáticas. Los estudiantes imploran por lecciones menos magistrales, pero aun siguen permeados del modelo positivista de educación y la evaluación sumativa.
4. Explique brevemente ¿qué tipo de evaluación aplica generalmente en su aula?
Esto es algo contradictorio, en las universidades apuntan al cambio en el modelo de educación, pero seguimos tímidos y conservadores ante el cambio que está en las puertas. Muchos docentes siguen con fotocopias, pizarra y libros. Esto no quiere decir que sea malo, hay lugares que por el contexto esto debe de seguir funcionando. Pero la paradoja se encuentra en que al final los procesos de cambio deben transformarse para que el estudiante también entienda que es fundamental el aprendizaje en el aula para que cuando salga a desempeñarse como profesional esté formado de la mejor manera. La universidad, o cualquier contexto educativo, brinda herramientas pero no lo es todo. Ante esto, la evaluación sigue siendo sumativa. En el grupo de docentes donde estoy trabajando hemos tratado de aplicar el “aprender haciendo” y de forma conjunta con los estudiantes de manera que la vinculación con la práctica “en vivo” o con una realidad social los ayude a ese aprendizaje que al final se evalúa en su conjunto (teoría-práctica).
5. Indague con sus estudiantes sobre lo que ellos piensan de la evaluación que usted aplica en el aula, sea presencial o virtual.
En este momento no puedo realizar esta consulta porque no cuento con estudiantes, se encuentran de vacaciones y como cambia el curso y los estudiantes no tengo acceso aun a ellos.
Pero puedo indicar que los estudiantes opinan por medio de un instrumento que les envían por correo electrónico a cada uno el Centro de Evaluación Académica (CEA) de la Universidad y esa evaluación es la que asumen los directores de las unidades académicas, pero hasta ahora no tengo idea qué hace el director o la instancia encargada (CEA) para que un docente mejore sus prácticas pedagógicas cuando imparte sus lecciones. Esto sin duda alguna sería el objetivo de una evaluación de este tipo.
6. Realice en el foro los comentarios sobre la percepción que tienen sus estudiantes, de la evaluación que desarrolla en el aula.
Esta pregunta aun queda pendiente. Sin duda alguna es una pregunta para finalizar el semestre, para que los estudiantes den la respuesta.
Este ejercicio se resume con la posibilidad de compartir la experiencia de evaluación de otra compañera del curso. En la siguiente dirección puede encontrar la mala experiencia de evaluación de Alejandra Montero cuando estaba en el colegio.
Estas respuestas las realizo con el sustento fundamentalmente de la lectura:
Lafi. P. (2009). La paradoja de la evaluación educativa: evaluar para aprobar vs. evaluar para aprender. http://miguelricci2008.blogspot.com/2009/03/la-paradoja-de-laevaluacion-educativa.html